La aritmética de la vida tiene nombre falso. No entiendo de matemáticas porque soy más bien de letras dominadas por el instinto.
Pero hoy ni siquiera ato esas palabras. La ciencia y la razón me hace hablar.
La existencia diurna se me congela en los segundos de esos instantes. Instantes de café, de copa, de vino, de dulzura amarga sin descorchar nada. Solo yo misma.
Y me retrato sin foto. La instantanea me la llevé a la boca sin gritos. Me invitaba:
SOY SIN SER, SIENDO QUIÉN SOY PERO SABED, QUE NO EXISTO.....
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