miércoles, 31 de octubre de 2012

Hoy encontré tu carne junto a la mía. Me resistía a probar el licor sin su montura. A probar las manos en tu vientre escarchada por el silencio de tus besos.
No puedo cerrar los párpados sin verte en el seno de una esfinge.
No puedo trasladar todo mi cuerpo entre tus brazos porque se me escapan sin  acunarse en tu cielo.
Es una suerte que me abrace a la vida sin percibir el aliento de tus labios en el espejo de la noche, cuando mi sudor se me escapa como la fiebre de este remanso que atraviesa la espalda.
Estaba en un momento que me declinaba si bien entorpecer con mi lengua todo el fluido que sale de tu aliento; o palpar con la desesperación que provoca mi soledad.
Porque al fin y al cabo, la soledad es como un amante que se agarra a la insuficiencia de un vacío que se llama deseo...

lunes, 29 de octubre de 2012

NO HAY MAL EN CALMA

27 octubre 6:00am

No hay mal en calma
bajo las sombras.
Hay silencio que invade el alma mía,
y penetra en los resquicios de este ser.
Es más grande que la propia inercia del desvalido.
Imploro una verdad que me diga mi penuria,
siendo escarcha plena en el amanecer.

Como el hielo. Derrite el limón amargo
de su codicia y te busco.
En esta madrugada. Como la ceniza amarillenta de mi propia soledad.
Trato de arrancarte de la tierra mojada por la lluvia que oigo.
Oigo manantiales. Oigo tu voz. Entre la aclamación  de la campana y el susurro del viento.

lunes, 22 de octubre de 2012

Como un cancer

Como un cancer.
Como un hierro visceral que se adueña de mi extinción.
Una mansedumbre de frío rostro y cuerpo corrupto.
Hieles en el aire.
No he podido sujetar el tiempo y ahora me arrastra a  vacíos de playas sin arena.
Es inutil, la marea comenzo ahogarme en la repisa de mi hastío.


sábado, 13 de octubre de 2012

EN ESTE MOMENTO.

En este momento me invaden miles de átomos en el cuerpo.
En este momento.
 Sí. Cuando la luz me da directamente en el iris de una palabra.
En este momento en el que los minutos marchan como voces en una tumba. En un interior 
que rebota entre los abismos de mi consistencia.
En este momento me acuerdo de un te quiero.
Un te quiero y amor que resulta ser ecuación que no es igual,
al espejo en el que me miro.
Solo un momento en el que quiero que te muestres,
tal eres, que me dejes entrar en tu cuerpo,
en un momento en el que pueda meterme en tus andentros como una suave luz en el firmamento,
en la tierra removida de tus abrazos.
No es nada, no te angusties, no aflijas al poema inacabado de un suspiro.
En este momento no pido otra cosa......
que dejar amarte. 


REPOSA




Reposa en el balcón de tu lengua.
Cobijando enseres de respuestas.
Reposo en la ladera, de aquella flor que guardo en los recuerdos.
Reposa. 
Reposo. 
Un manatial de besos suaves  de sueños,
donde creí volver a respirar el humo de tu frente.
 Volver a naufragar en el crepúsculo de la noche para contemplarte,
porque sólo te contemplo a diario,
siempre que la brisa acune mis manos en tu olvido, 
porque así el olvido se vuelve recuerdo, 
y el recuerdo florece,
como un jardín,
entre los deseos y los hechos.


martes, 9 de octubre de 2012

ME PIERDO EN UN VERSO


Me pierdo en un verso de damas perpetuas, tableros de mi condición;
 versos que saben a rosas negras sin flores que regalar;
sin rios donde naufragar pudiera.

Es tan maldita la pesadumbre, la intriga de este mar, como la aurora,
apenas adolece, gira,
no se ve....escribe
versos como lágrimas,
como ardientes finas manos de metal,
que crujen al unísono cuando
en algun lugar de mi almohada....suspiro.
Me pierdo en miles de versos,
en tu prosa azul inerte,
muerte en vida que acompaña siempre,
porque mi vida sin ti, 
es como poesía inerte.

viernes, 5 de octubre de 2012

EXTINGUIDA

Mis versos se extinguen como una idolatría.
Estoy completamente ida de mi propia desidia.
Absurda. Todo me parece absurdo,
como una ironía de la propia mansedumbre.
No aprieto los ojos, ni la boca,
solo miro hacia la puerta.
Miro y siento el pomo abriéndose como un huracán en mi propio terreno.
El barro si diluye por debajo de mi cuerpo, alcanza la linea tenebrosa de la huída,
alcanza la blancura de una losa en el pecho perpetua y dolorida.
Alcanzo tu mano pero se me escurre en el mármol,
se me escurre en la vida.
Estoy cansada para abrir los ojos,
los voy a cerrar de un momento a otro,
Y entonces......