lunes, 17 de marzo de 2014

CHINESCAS


Respondiendo ante mi estado incoloro,
que dobla el sentido de una migaja,
como arpones al quicio del aforo,
nuez adormilada por la baraja.

Rompería el mar como una cascada,
perfecta, tosca, rancia en la amapola,
una levedad muriendo abrasada
que por las mieles impunes se inmola.

Fábulas, una sutil simetría
de amores sufridos en los burdeles,
me estremezco, por ti en la pantomima.

Mirando el pliego de la profecía,
voy a donde amé las surtidas pieles,
por trances, el alma las subestima.
I. REZMO-2014
© Derechos reservados

sábado, 1 de marzo de 2014

CAMINO

No hay camino que me arrope en el segundo
de las trastiendas,
En los pasos lánguidos del asfalto.
Como tejía Machado en sus versos
al caminante: se hace camino al andar.
Camino que me separa de mi o de ti,
del vocablo nosotros perdurando la duda
en el ojal de la mañana.
Camino o rotundidad del viejo roble donde planté tu nombre,
o solo los suspiros que se lleva el viento en las orillas
de un anochecer en los dias.
Puse las piedras como señales en las laderas,
en los pies de una roca de los recuerdos,
y me pierdo como las cinturas de los besos,
de los ojos, de los párpados que gritan tu nombre;
no se donde te tejiste,
o donde ubicamos los versos de una exalación
o el murmullo del goteo del agua en las avenidas.
No sé qué demonios decir para apoderarte de tus señales,
de tus gestos...
Me volví a perder en el limonero,
en el camino seco de tu esbeltez y de tus muslos
en la complacencia.