lunes, 17 de marzo de 2014

CHINESCAS


Respondiendo ante mi estado incoloro,
que dobla el sentido de una migaja,
como arpones al quicio del aforo,
nuez adormilada por la baraja.

Rompería el mar como una cascada,
perfecta, tosca, rancia en la amapola,
una levedad muriendo abrasada
que por las mieles impunes se inmola.

Fábulas, una sutil simetría
de amores sufridos en los burdeles,
me estremezco, por ti en la pantomima.

Mirando el pliego de la profecía,
voy a donde amé las surtidas pieles,
por trances, el alma las subestima.
I. REZMO-2014
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