Invito a regalar flores en la ultratumba de mi retiro.
Retiro que no es mío, ni tuyo, si no del tiempo.
El tiempo que acelera mis recuerdos. Como bambalinas
en la cuerda del dintel de una entreplanta.
Te invito.
A reposar en el balcón de mis augurios.
A moler el fuego cruzado de mis sentimientos.
Como una niña.
Era niña cuando soñaba,
soñaba el espejo mágico de una fantasía,
Soñaba mariposas en el pecho,
ninfas preciosas de mi propia imaginación.
Todo era sútil.
Ahora sueño que no quiero pesadillas que desvien
mi pena,
ni duendes perfectos que quieran poner un desvario en mi sonrisa,
ni pesadas cargas que afligan mis huesos.
solo soñar...y hablar....
...
en tus ojos..
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