Hablar en la inmediatez.
Saco de espuma con forma de signos sin párrafos.
Inagotables palabras de templanza,
con tono acústico enrojecido por las vocales
de tu agrado o de tu disyuntiva.
Ecos moribundos y sonados,
bestiales lamentos del infortunio,
de la alegría o de la duda,
del camino o de la tangente,
de la paz o de la guerra.
Nada más que hablar,
solo un tono...lo demás
voces.
Escucha al pez que sale por la boca
y se cruza con las cuerdas vocales
y se cruza con las cuerdas vocales
de un estornudo sin lamento, o griterío para ojear, y vomitar o exhalar el último suspiro de la noche...
No hay comentarios:
Publicar un comentario