martes, 14 de agosto de 2012

LA GUERRA NUNCA EMPEZO

La guerra nunca empezó.
Terminó antes de sucumbir un suspiro.
Abrazos rotos que cabalgan en la melancolía.
Imágenes que se abren en un mar en calma.
La tristeza que supuso abandonar,
la ida que nunca fué devuelta.
Mi melancolía se vuelve nostalgia,
mi voz no tiene sarcasmo,
solo suspira de nuevo comiendo un nuevo amanecer.
Y sin embargo, vuelvo atrás y no hayo ningun zulo
donde penetrar mi cuerpo,
y seguir en un camino sin espinas,
donde yo ya no eres tú,
Nunca. Quizás no existió.
Fue un sueño que arrojo un volcán.
Y se apagó con la cerilla mojada del desencanto.
 
Pero aquí dentro hay muchos ventanales y a veces me asomo para tomar aire,
y volver a cerrar los ojos y sentir que aun exisitimos como dos
cabezas innamovibles.
Existimos no es llegar a ser, ni es, ni está....
Es perecedero, como las situaciones, como lo absurdo,
es o no es, pero nunca un motivo para dudar.
Porque finalmente te fuiste diluyendo como una mala opereta del sarcasmo,
quedé sin la partitura que se quebró.
Sí que es cierto, no me dí cuenta que pesaba más otras bocas que la mía.


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