martes, 7 de agosto de 2012

Esta mañana....

Esta mañana me dije. Me escribí.
Me conté un garabato.
Me descifré un jeroglífico  de juegos sin alambres.
De vida, sin el ocaso de contradecirme.
Me gusta
el reflejo del cristal en el que me imagino.
Me entusiasma la belleza que cuento en mis noches de selvas
sin callados.
Me digo, lo que hace tiempo escribí en el umbral de ese bosque.
Pieza angular de mi alma, donde recuperé el borrador  que escondí
en la espesura de mi reino.
Me aflojé las ataduras de la propia ruindad que me carcomía.
Encontré un solo sentido,  yo misma soy el sentido del día a día.
El día no es un compendio de minutos, sin segundos que vamos corriendo sin pausa.
El día es un regalo, para hacer o deshacer nuestro propio sentido que a veces,
desaprovechamos con la excusa de no tener ni tan siquiera, un reloj de arena.
No caí en la cuenta.....
el reloj de arena, soy yo.


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