martes, 24 de julio de 2012

ENTRE LA ROCA Y EL SUELO

Las ventanas escondían un caracol entre nubes negras.
 Espejo opaco. 
Es imperdonable el favor que me haces gritando lo correoso.  Tu voz entona luciérnagas que miran en un arrebato de pasiones inocentes.
¿Por qué no coges esa ola que rompe en la piel?
Rompe sábanas tan dulces como el pastel de tu sed.
Ya lo olvidaba.No me amas como querrías al destino,pero tomas el espacio que separa la gaviota del mar. Espacio superfluo o infinito. Podría cubrirlas con una manta de arena y azucar. Miel sobre cristales  en mi cabeza.
Creo que te dejé  una palabra que olvidé de escribir en mi canto de sirena. Era un cuento maravilloso, un adiós tragiversado en una guitarra, en la lluvia que se lleva golondrinas ciegas que trinan en mi puerta; entre la roca y el suelo. Y ahí te miro.
No empieces a terminar. Cantemos. Un vals. Tomar tu ala, ir mas allá del sueño, de la neblina, en la frontera del espíritu donde seamos tú y yo.

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