miércoles, 10 de diciembre de 2014

HAGAMOS UNA IMPRUDENCIA

Hagamos una imprudencia
que grite entre los gemidos.
Un teorema entre los asaltos.
Hagamos transcurrir el Éxodo
en los telegramas.
En los raíles de la marea.
Hagamos la química
de nuestro nombre
con sabor a naftalina,
la imprudencia
de convertir el poeta
en el requiem sostenido
bajo tu lecho.
Hacer de prudentes en la locura
de rociar tu contoneo
bajo la piel de las venas.
Comete conmigo y no dejes
el ansia acampar a sus anchas,
en el maquiavelico plan
de contaminar las sobras
y reducirlas a posibilidades remotas.



1 comentario:

  1. Un precioso poema con las intenciones medidas, un dardo al centro, Un bello flirteo con la sensualidad de las palabras. JM Romero

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