Restos.
Así es la nieve que asola mi letargo.
Fría. En la tangente de una perspectiva.
Inimaginable, como los cuentos sin estrofas
cubriéndome el invierno.
Tormento incierto.
Como la sangre.
Y los segundos sin enrredos trasladados a un momento.
Es mi vida.
Pero sin parecer sueños.
Nostalgias, sabores pendientes de un arco iris sin espejo.
Y allí estoy sentada tomando vodka.
Ya fumo, sin necesidad de intoxicarme.
Intoxico un segundo de arenas desencantadas.
Y sigo sentada bajo el naipe de un pantano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario