viernes, 11 de enero de 2013

ME VI Y TE VI....





Naufragué de mis adentros.
Desbordé el rio insaciable del amor,
queriendo acaparar todo el universo bajo mis pies.
Naufragué en idas y venidas.
Y ahora me quedó el silencio.
Me quedó el olor de los pájaros en la retina,
me quedó mi sombra frente a mi cuerpo.
En una cama sin barrotes donde girar el placer,
en una almohada donde se extira la incontinencia verbal de un suspiro,
en el amor insospechado de una luciérnaga,
me ví.
Ví mis entrañas encima de una pistola caliente,
vi el tronco de la desnudez de mi sexo en un formato de sudor,
vi el recio frío del amor penetrándome en mi encina.
Te ví.
Sonreí igual que un niño en sus alforjas,
sonreí como el sol cuando libera la energia de un te quiero,
me ví.
La memoria es un recuerdo de palabras que se entrecruzan con metáforas,
mi memoria cabalga en la puerta frente a mi habitación.
Y solté un beso.
La marea que se extingue en un poema.
El beso que mordí en tu cintura.
Me ví. Nos vimos.
Te hice en el trazo de una poesía.
Y ahora: naufragué de mis adentros, desbordé el río, de idas y venidas, en camas y almohadas donde ví mis entrañas y el tronco de la desnudez de mi sexo,
y percibí el recio frío del amor, sonreí....
y  TE VI.


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