La plegaria es un roce de fluidos,
ácido estigma en la lengua oxidada,
cortando bellos caminos
huidos.
La masacre, la marea
cortada,
tesoros
de la mañana revuelta,
la curva
yace dormida , armada.
He dejado
latir la sangre absuelta,
la caricia en un intervalo oscuro,
pálida ausencia, bendita , disuelta,
en el ancho espacio de un mar seguro.
Qué bien escribes, Isabel Rezmo, y que te hayan publicado...!!!!
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