martes, 16 de septiembre de 2014

CORRE

Rescato los destellos en la noche,
la piel curtida por el arrojo,
las sangrías de los gestos,
los turbios montones de la solvencia.

Y en el deseo humano que transpira
la rancia soledad, 
el camino es un promedio
de sumas proporcionales,
en la  encuesta de lo erroneo.

Y en la palabra nos miramos,
como señuelos,
vacíos megunjes
de olas.

Y corremos,
la vida nos va en ello.


4 comentarios:

  1. Adela Leonor Carabelli16 de septiembre de 2014, 1:52

    Fuerte y bello.

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  2. Es bello. Como la imagen que lo ilustra. Asocio los versos con la imagen y a ésta contigo. El resultado es sueño. Un sueño tan maravilloso como inconfesable.

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