Abrazo la memoria,
una metáfora, el sueño de un galimatías.
Era espejismo deformado por mis manos.
Aquellos que soñaban y hablaban,
la grandeza de una pequeña flor,
sinsabor perdido.
Y en la noche mi propia ruina,
la nada de un mediodía.
Abrazo la memoria,
simplemente la niebla y dentro
simplemente la niebla y dentro
vacío como el hueco en tu cama.
No llego, no diluyo,
pensando, locos de la noche,
las sombras postergadas en un rosal,
el que quedó desnudo
cuando huiste.
No hay comentarios:
Publicar un comentario