DESCANSO

Descanso sobre una rosa.
Descanso mirando la profundidad de este sol,
incitando a un recuerdo.
Es noctámbulo, como la vida.
Descansaba en un suspiro.
Una sílaba inconcluente,
casi legítima,
en una sobriedad que mataba.
Descanso. Al fin como un reloj.
Descanso como las palabras sin treguas.
Se pierden en ese renglón sin apuntadores de sueños.
Y moría casi al tiempo de idear un sentido.
Escapaba. Maldecía--...sonaba a repliegue de campanas sin adornos
donde menguar.
Solo descansaba, dulcemente, en un susurro,,, 
en letras que saben a dulce miel de gratitud.

ERA

 Era hermoso amarte.
Era un cielo sin moradas.
Era bello acariciar tu pelo sin mis manos.
Aparecía un velero en la memoria que me hacía sonreir.
Y nunca me cansaba de dar cuerda al reloj de mis impulsos.
Era.
 Simplemente un era que ya no es.
Latía mis sentimientos como mariposas que anhelaban tu compañía.
Me hacia poseer lo bello de las flores,
Mis flores.
Pero...
Era.
Ahora tengo un escondite sagrado con un Dios que me habla y me permite tenerte
en un fondo sin abismos. Solo para mi.
Y ese secreto inconfesable será muerto en mis párpados
para no caer en el olvido de mi propia miseria.
Allá donde queda los sueños borrados por el dolor
estarás para mi en una silueta de mil encantos.
Con una danza solo para mis oidos
y solo para tus silencios.

LAS MARIPOSAS CALLAN

Desarmo una quietud en el recodo de tu vendimia.

Desarmo, como la vida,

manantiales de espesas muecas en la noche.

Le pedí que viniera a verme

en el zaguán de un mediodía.

Y sin embargo, escucha,

resuena ruidos malditos en las pesadillas de la mañana.

Es el tiempo que no perdona.

La luz se extingue.

Y las mariposas callan.